Mi perro ladra a OTROS PERROS por MIEDO

Hola perrunos!

Hace un tiempo  nos escribió Silvia comentando que a su border collie le pasa igual que a Hiro, que ladra y se lanza a los perros; en este caso sobretodo a perros más grandes que él. Su perro tiene 9 meses, casi la misma edad que tenía Hiro cuando le mordieron y empezó todo…

Lo que hoy explicaré no es ni mucho menos la solución a nada….simplemente contaré mi experiencia, cómo he ido trabajando con Hiro, qué me ha funcionado mejor y qué peor, para así poder ayudar un poco con nuestro caso.

Hiro a los 8-9 meses le mordió un perro macho más grande que él…ese día se escondía del perro (una buena forma de llevar el miedo…y digo buena por que prefiero que se refugie en mi a que ladre y se ponga histérico)…pero como vio que no le servía de nada esconderse…decidió empezar a ladrar a los machos…

Es una conducta que se ha reforzado, en parte por mi culpa, ya que si cada vez que Hiro ladra a un perro lo coges y te vas….Hiro sale ganando…él lo que quiere es que el perro macho se vaya…que lo que le da miedo desaparezca….de ese modo, sin quererlo ni beberlo esa conducta se fue reforzando.

Consulté diferentes adiestradores..cada uno daba su opinión y su manera de hacer….al final lo que me está sirviendo en realidad es un poco de cada consejo….

Hay una cosa que si que recomiendo mucho y que realmente va MUY BIEN…..hay que pasear en paralelo con otros perros, y sobretodo con aquellos que les dan miedo o les incitan a ladrar. Primero, paseos en paralelo pero a bastante distancia el uno del otro….Si que es verdad que al principio costará que se centre en el paseo y estará pendiente de ladrar todo el rato….pero corrigiéndolo y premiando cuando lo hace bien, el perro entenderá que tiene que estar pendiente del paseo e ignorar al otro perro.

Poco a poco estos paseos en paralelo serán más próximos…el perro tiene que entender que en el paseo estáis tu y él y sí que puede saludar a otros perros, pero no lanzarse al cuello. El hecho de pasear juntos hará que se acostumbre a la presencia de aquello que le daba miedo (habituación), se habituará al olor del perro, verá que el otro perro también pasea tranquilo, y poco a poco la convivencia mejorará.

Importante llevar siempre premios encima.

Al principio evitar que se le acerquen mucho (y no solo perros macho, sino perros en general, por que si no, asociará que estás trabajando cuando llega un macho y no será muy efectivo). De este modo, siempre que veo un perro, intento ver si es macho o hembra (si hija, al final ya de lejos los acabas reconociendo, e incluso cuando vas sin perro te fijas también jeje), si es hembra, reclamo la atención de Hiro, le hago sentarse o ir en junto, le premio si lo hace bien, y luego dejo que se acerque a saludar a la perrita. Si es macho, hago lo mismo y me alejo mientras me presta atención.

Esto es al principio, para que el perro se acostumbre a estar pendiente de ti siempre que se lo pidas, y es por eso que evitamos al principio que se encuentre de cerca con algún macho, y lo hacemos con hembras para que no relacione la actividad solo con los machos, sino no tendría ningún efecto.

Después poco a poco lo que voy haciendo es andar detrás de perros macho (detrás un poco lejos), por que así los va oliendo, le reclamo atención y si me hace caso premio, y así poco a poco va viendo que no pasa nada por que haya un perro macho delante.

Otra cosa que recomiendo y que es muy importante es trabajar siempre con perros que sean tranquilos y equilibrados, que no respondan al gruñido del otro perro, ya que sino ambos se reforzarán esta conducta ladrando y no conseguiremos avanzar. Un perro tranquilo y equilibrado es la pareja perfecta para trabajar estos temas de agresividad y miedo.

Otro truquito que a veces funciona es la llamada….es decir…cuando ya ves a un objetivo fácil para tu perro, que sabes que le va a ladrar, hay que anticiparse y llamarlo….con la llamada (una llamada suave y a modo de juego) y los premios, trabajamos que nos preste más atención a nosotros que al otro perro y de este modo deje de darle tanta importancia a ese objetivo y que lo importante seamos nosotros, nuestro vínculo.

Otra recomendación…no tenséis la correa cuando veáis a otro perro objetivo…tengo comprobado, que después de trabajar la llamada y los paseos en paralelo, si le dejo la correa suelta a Hiro cuando ve a un macho, se acerca, lo huele, y si no le gusta le gruñe (es una señal que Hiro da para que entiendan que no quiere que se le acerquen por que tiene miedo), y se va sin ladrar ni lanzarse al cuello. Hiro nota que no tiene nada que le sujete y le mantenga ahí, nota que puede tener una vía de escape, y por eso ya se acerca con precaución, huele y se va. Eso si, después de trabajar mucho..por que al principio era imposible que se acercase a oler un macho…primero hay que sentar la base de trabajo con otros perros, y en cuanto coja confianza ya se le puede dar ese voto de confianza para acercarse voluntariamente a oler sin que pase nada.

En la primera imagen, vemos a Hiro con un macho, trabajando con correa puesta y manteniendo la distancia y la atención de Hiro hacia mi. En la segunda imagen vemos a Hiro con un macho con el que estuvimos trabajando, y después de un buen paseo, le puse la correa larga, y de este modo iba suelto, pero con la seguridad de que en cualquier momento podía sujetar la correa.

Otro punto importante es todo el trabajo que hagáis fuera de esas situaciones, es decir, todo el trabajo de estimulación mental que le podáis ofrecer al perro ayudará a mejorar estos aspectos. Trabajando habilidades caninas y de olfato, estimulas la mente, y tal y como nos dijo una vez Miguel Angel Llorente (Educador canino en Noja), entrenar habilidades de estimulación mental y olfativa (ergoterapia) y hacerlo en positivo, es una de las pautas que más peso tienen en los tratamientos de perros reactivos. Cuanto mas entrenemos su parte cognitiva, menos espacio dejamos a las respuestas emocionales. 

Me he enrollado mucho y no se si ha quedado claro del todo…no hay una formula mágica para tratar estos casos, cada perro es un mundo y tienes que ir descubriendo que es lo que te funciona a ti con tu perro. Al final terminarás viendo la postura de tu perro, ya sabrás que es lo que va a hacer y podrás anticiparte para evitar los problemas. Es vital que conozcas a tu perro, sepas leer su expresión corporal, sus señales de calma, para poder trabajar con él y ayudarle.

Espero que os haya servido mi experiencia. Aún seguimos trabajando con Hiro, pero después de dos años, ha mejorado muchísimo!

Besotes perrunos!